El abono carbónico

En cantidad, el nutriente más importante de las plantas acuáticas es el carbono en forma de C02. En la fotosíntesis, el carbono se transforma en sustancia orgánica. La fuerte actividad metabólica de las plantas acuáticas hace que este nutriente escasee rápidamente en el acuario. Es cierto que con la adición de agua nueva, la respiración de los peces y la degradación bacteriana se genera carbono en forma de dióxido de carbono C02; pero estas cantidades se, expulsan rápidamente (placa porosa) o las plantas acuáticas las consumen, de manera que es necesario un aporte adicional de dióxido de carbono al acuario.

Para ello, lo más práctico y fácil de manejar es un difusor de C02. Considerando las necesidades de los peces, el contenido de C02 no debería situarse en un nivel extremadamente alto. Hasta 20 mg/1 son valores aceptables. Para controlar exactamente el contenido de C02 existente en el acuario se recomienda el test correspondiente.

Utilizando un difusor de CO,, debería prescindirse durante el día de una aireación a fondo (placa porosa). Si la población de peces es abundante, se recomienda efectuar la aireación a fondo durante la noche. Lo mejor es realizar la aireación nocturna con un reloj conmutador.
Con el apagado automático de la iluminación se pone en marcha la bomba de aireación. Por la mañana ocurre a la inversa. En este sistema recomendamos instalar una válvula de retención entre el tubo flexible del aire y la bomba. ¥.s recomendable también un control automático del contenido de CO, en el agua mediante un «regulador permanente» de CO, de PH.

También las plantas acuáticas necesitan nutrirse

Para crecer, las plantas necesitan, entre otros, nutrientes minerales. Ahora bien, un acuario que se halla en buen funcionamiento ya es de por sí un productor de sustancias nutritivas. Las excreciones de los peces y los restos de alimentos, después de mineralizados por la degradación bacteriana, quedan disponibles para el consumo de las plantas. Los compuestos nitrogenados, como el nitrato, o incluso los fosfatos, se producen en gran exceso. Las plantas acuáticas no son capaces de consumir cantidades tan grandes, por lo tanto conviene realizar regularmente un cambio parcial del agua (1/3 cada 14 días o cada 3 semanas). También se recomienda comprobar a menudo el agua del acuario con el test del nitrato, con el fin de impedir que los valores de nitrato aumenten hasta niveles perjudiciales.

Pero, aparte del nitrógeno, las plantas necesitan también otros macronutrientes, por ejemplo: P, S, Ca, Mg, K, Fe; los nutrientes como el potasio y el hierro tienen que completarse con frecuencia, lo mejor es hacerlo con el cambio de agua. Conviene asegurarse de que los nutrientes serán absorbidos sin problemas por las plantas; es decir, tiene que estar en una forma asimilable por las plantas.

Los productos Tetra y Frickhinger llamados Tetra Abono Crypto y FloraPride cumplen todos los requisitos exigibles de un abonado viable de plantas acuáticas. Estos abonos contienen en cantidad suficiente y disponible de inmediato justamente los nutrientes y oligoelementos que se sitúan rápidamente en niveles deficitarios dentro del acuario. La forma especial de administración de estos oligoelementos (forma de quclatos, de complejos metálicos) garantiza su larga disponibilidad en el agua del acuario.

Es tan importante el suelo de fondo

Se ha puesto de manifiesto que la mayor parte de plantas de acuario absorben los alimentos a través de su superficie foliar. Pensemos en plantas que brotan en estado libre. Prácticamente cualquier planta con tallo puede dejarse brotar libremente y a pesar de ello crece. Así que la hipótesis de que las plantas de acuario absorben los alimentos exclusivamente por las hojas parece plenamente justificada. No obstante, parece que no es así.

Las plantas de tallo que brotan en estado libre desarrollan raíces y se ha demostrado experimen-talmente que a través de las raíces tiene lugar una absorción intensa de sustancias nutritivas. Por esta razón ¿conviene que el suelo de fondo del acuario sea lo más rico posible en sustancias nutritivas? En este momento tenemos que pensar de nuevo que, en un acuario que funciona bien, hay sustancias nutritivas orgánicas que se depositan sobre el fondo, donde se degradan por acción de las bacterias y entonces pueden ser absorbidas por las plantas. Cuando se monta el acuario por primera vez y todo es todavía bastante estéril, es importante dar a las plantas una ayuda inicial en forma de abono en el suelo de fondo.

En las plantas de mucha raigambre, como las plantas ensiformes (en forma de espada) Amazonas, Crinum, Aponoge-ton y todas las especies de nenúfares enseguida salta a la vista la exigencia de un suelo de fondo rico en nutrientes; pero también las demás plantas acuáticas crecen mejor desde el suelo si a la gravilla de cuarzo, exenta de cal, se le mezcla Initial D o bien Dynophyl. El Initial D se compone de óxido de hierro y sustancias orgánicas. Con este aditivo especial para el suelo, los nutrientes se acondicionan y se estabilizan. No deben cuidarse peces excavadores cuando se utiliza este aditivo.

El Dynophyl es un abono granulado para el suelo. Contiene todos los nutrientes en una forma especialmente adaptada a las necesidades de las plantas acuáticas y es ideal para cualquier dotación de peces.
No son recomendables otros añadidos como arena de río o de construcción, limo, mantillo, estiércol seco o turba de segunda calidad. Estos añadidos se convierten rápidamente en podredumbre y dan lugar a la formación de ácido sulfhídrico, de olor fétido.

Que necesitan las plantas acuáticas para su crecimiento

En muchos acuarios se da prioridad al cuidado de los peces. En tal caso, las exigencias de vida de las plantas acuáticas se ven relegadas a un segundo plano.
Parece relativamente fácil reducir a un común denominador las condiciones de vida de peces y plantas. Con la variada oferta de productos acuarísticos se puede afirmar que casi es imposible equivocarse en el funcionamiento de un acuario. Parece además que este biosistema puede mantenerse en un equilibrio seguro, por lo menos desde el punto de vista técnico.

Puede que con los peces sea tolerable; pero con las plantas se advierte mucho más deprisa si se ha cometido un error de cultivo. Exigen todo lo necesario para su crecimiento, con intransigencia. Cuando les falta aunque sea sólo uno de los factores necesarios para progresar, o no está disponible en cantidad suficiente, aparecen tarde o temprano trastornos de crecimiento.

Las plantas acuáticas y sus biotopos naturales

En el acuario apenas resulta posible cuidar las plantas acuáticas atendiendo a su biotopo natural. El aspecto tan diversificado y los tonos de color tan abundantes en contraste remiten, incluso desde el punto de vista meramente óptico, a los distintos factores ecológicos existentes en los países de origen. También la demanda peculiar que tiene cada planta individual de agua, de intensidad luminosa, de composición de nutrientes y de suelo de fondo, obliga a estudiar en profundidad los biotopos naturales. El conocimiento exacto de las exigencias ecológicas de las plantas permiten a la industria comercializar productos útiles que facilitan a cualquier usuario el cultivo de las plantas acuáticas.

Las páginas que siguen, pretenden dar una descripción de los emplazamientos naturales de las especies de plantas acuáticas que se cultivan con mayor frecuencia, en las tres partes de la Tierra.

Muchas de las plantas acuáticas proceden de América del Sur; a lo ancho de todo el continente, es decir, desde Colombia hasta Brasil, las encontramos en el agua o en las inmediaciones de cursos fluviales. Muy poco ricos en plantas acuáticas son los ríos llamados de aguas negras y los arroyos de estas regiones. En aguas claras y blancas se encuentran las especies más codiciadas y solicitadas. Falta mucho por explorar exhaustivamente todos los territorios y, con toda
seguridad, el aficionado a las plantas acuáticas podrá disfrutar todavía de novedades y de primeras importaciones. No obstante, con la explotación y cultivo de amplias franjas de terreno en América del Sur se van a alterar y destruir los biotopos naturales, lo cual se traduce siempre en la desaparición de la flora acuática. Por ello es tan importante la conservación de especies en los Jardines Botánicos, en viveros de plantas acuáticas y a fin de cuentas también en los acuarios. Por desgracia, la Naturaleza ha puesto coto al cultivo de plantas acuáticas que podríamos llamar «especiales». Un ejemplo de ello lo tenemos en las plantas de la familia Podostemaceae que crecen en las Cataratas del Iguazú.

Debido a su peculiar adaptación a sus biotopos típicos, en este caso a las cataratas, rechazan los cuidados del acuario. En cambio, muestran una gran capacidad de adaptación a un habitat diferente las especies Echinodorus que se cultivan a menudo. En las regiones tropicales están expuestas a grandes oscilaciones en cuanto a disponibilidad de agua. Las especies Echinodorus viven sumergidas cuando, en la época de las lluvias, se producen inundaciones de ríos y torrentes, en la época seca se mantienen en suelo pantanoso y, por fin, cuando el suelo está casi seco viven emergidas, con las hojas modificadas y adaptadas a la vida en la superficie.