Lamo, nínfeácea denticulada

Najas guadalupensis
América tropical


Normalmente es difícil cerciorarse de si realmente se trata de una Najas guadalupensis porque muchas ninfeáceas tropicales guardan un parecido extraordinario entre sí. Por sus finas hojas lineales, de unos 2 cm de longitud y sólo 1 mm de anchura, finamente denticuladas en los bordes, ordenadas de forma muy tupida, estas plantas al igual que las milhojas se cuentan entre las de órganos más finos de nuestros acuarios. Son idóneas, igual que el Myriopbyllum, como plantas de desove. Las ninfeáceas tienen una pujanza sorprendente y con frecuencia obligan a recortarlas semanalmente.

Muchos acuariófilos intentan plantar ninfeáceas, es decir, formar grupos con ellas. Esto conlleva dificultades porque el tallo es bastante frágil y rebrota con facilidad. No obstante, un matorral de ninfeáceas, sobre todo en acuarios pequeños, puede formar un buen contrapunto decorativo para otros grupos de plantas. Otros acuariófilos tratan a la lama de forma más «natural», dejándola crecer como un ramillete sobre la superficie del agua. «Visto desde abajo», el verde fresco de la planta iluminado por los fluorescentes da unos contrastes impresionantes. En realidad las especies de Najas no necesitan que se las plante, viven flotando y toman su alimento del agua, dicho de otra manera: el control del agua es muy importante para el cultivo de estas plantas. Es óptima un agua blanda con abonado de CO, temperatura entre 22 y 28 ºC.

Especies de milhojas

Especies de Myriophyllum
Propagación universal


Las milhojas, también llamadas pluma de ave, son plantas de acuario bonitas e inconfundibles. Con sus hojas plumosas finas, divididas en numerosos segmentos, tienen un aspecto muy peculiar y característico. Su excelente aptitud para el acuario, su belleza deslumbrante y su buena conservación sólo la despliegan la mayor parte de especies en acuarios de agua fría, con gran intensidad luminosa y una temperatura no superior a 20 °C. En tal caso, las especies procedentes de climas templados son las más indicadas, sobre todo las milhojas norteamericanas, por ejemplo la Myriophyllum hippuroides, que da lugar a ejemplares magníficos y tolera temperaturas de hasta 24 °C.

Las especies locales son menos indicadas como plantas de acuario y sólo medran en agua fría. Como milhojas tropical hay que tomar en cuenta ante todo la milhojas brasileña Myriophyllum aquaticum que por sus hojas emersas se llama también «pluma de ave». Con buena iluminación se desarrolla bien en acuario de agua cálida, de conformidad con su origen, pero no alcanza la belleza ni la exuberancia de las «milhojas de agua fría».

Últimamente han aparecido en el comercio otras especies de milhojas tropicales, p.ej. el «M. mattogrossensc» (cuya identidad no está garantizada), que ha demostrado buena adaptación al acuario tropical y que, si dispone de iluminación intensa, despliega un colorido pardo rojizo. Por descontado que las milhojas de zonas templadas pueden cultivarse en acuario tropical durante algún tiempo. Su valor ornamental es casi insuperable, pero su poca adaptación las relega a una posición de meros «huéspedes» del acuario de agua caliente.

Lo importante para todas las especies de milhojas es que las partículas de suciedad no se remuevan ni agiten, p.ej. por el aire insuflado o por peces que remueven el fondo en busca de alimento. Estas partículas se depositan sobre los finos segmentos foliares, dándoles un aspecto feo, entorpeciendo su crecimiento y facilitando la aparición de las algas. Las milhojas no plantean exigencias especiales en cuanto al suelo de fondo ni al agua.

Trébol acuático enano

Marsilea crenata
Filipinas, Indonesia, norte de Australia, Nueva Guinea


Planta anfibia de tallo bajo, de crecimiento rastrero, que, con el tiempo, forma céspedes densos. En el cultivo sumergido del acuario, la planta pierde sus típicas «hojas de trébol», es decir, los vastagos, horizontales dan lugar a hojas pedunculadas, pequeñas, recias, de forma más o menos pseudo-ovoide. Las plantas comercializadas a menudo requieren un largo período de acomodación. Entonces generan paulatinamente un césped compacto para primer plano, de apenas 2 cm de altura, suponiendo que reciben luz suficiente, es decir, que no hay plantas grandes que les hagan sombra y que la distancia hasta las lámparas sea pequeña, o sea, que el nivel de agua no debe ser alto (máximo 40 cm). Se aconseja además agua blanda con abonado de C02. Temperatura entre 22 y 26 "C. El surtido de trébol acuático enano no es unitario y las plantas no siempre están debidamente clasificadas.

Ludwigia

Especies de Ludwigia
Zonas templadas y cálidas del planeta


En el comercio se encuentran diversas plantas bajo el nombre de «ludwigia». La más frecuente es la Ludwigia repens.
Procede de la región entre Cen-troamérica y el sur de EE. UU. y de las islas del Caribe. Es una especie muy variable. Aparte del «tipo estándar» de hojas casi elípticas, existen variedades de hoja delgada, cuyas hojas van desde lanceoladas anchas hasta elípticas estrechas. También la coloración puede variar entre verde puro y verde rojizo. Desde el punto vegetativo es muy similar la ludwigia llamada «bastarda», un cruce entre la Ludwigia palustris y la L. repens. Se la conoce también como Ludwigia mulertü, que es también frecuente en el comercio.

Tanto la L. repens como la bastarda son plantas de acuario probadas y duraderas. Si se quieren conseguir grupos hermosos y compactos, la iluminación tendrá que ser intensa, con una temperatura de agua que no supere los 24 °C. El colorido rojizo de las hojas se pierde, más o menos, con una iluminación normal. El crecimiento óptimo requiere agua relativamente blanda, de pH ligeramente ácido, aunque las ludwigias se adaptan también al agua dura (aconsejado el abonado de C02). Se plantan en grupos, en función del tamaño del acuario, el crecimiento es moderadamente rápido, el recorte provoca la ramificación, los nuevos esquejes no suelen tener éxito, suelo de grava gruesa, even-tualmente mezclándole sustancias nutritivas.

La Ludwigia palustris, muy similar en desarrollo, medra por lo general mejor en tanques de agua fría. Las mismas condiciones se aconsejan para la ludwigia de hojas estrechas Ludwigia arcuata, una especie muy delicada, de hojas lanceoladas, que alcanzan hasta 20 mm de longitud y apenas superan los 3 mm de anchura.

Lobelia escarlata

Lobelia cardinalis
Norteamérica


A primera vista, esta planta recuerda a la higrófila. Pero tiene hojas alternantes, elípticas u ovaladas, más o menos alargadas, algo rígidas. Llama la atención el nervio central, de color claro. A pesar de su origen norteamericano de planta palustre en prados encarchados, se conserva bien en acuarios tropicales. En general se queda algo más pequeña, pero en un acuario de tamaño medio puede dar lugar a bonitos grupos de plantas de primer plano, de color verde brillante.

En cuanto al calor del agua, la Lobelia cardinalis no es exigente. Otra característica, más molesta, es que le gusta sobresalir del agua, sobre todo en acuarios planos. Hay que estar atento, pues, para desmochar los brotes más altos, lo cual potencia la ramificación, o bien los tallos desnudos por abajo se recortan y se replantan. Una vez consolidada, la Lobelia cardinalis es una planta decorativa, recomendable, de buena conservación y crecimiento moderadamente rápido. Con alta demanda de luz, los parámetros de agua no son críticos, siendo ventajoso un abonado de C02. No calentar demasiado el agua (hasta 24 °C), es importante que el suelo de fondo sea rico en nutrientes (p.ej. Tetra Initial D).

Especies de limnófíla

Especies de Limnophila
Sureste asiático tropical


A primera vista, las especies Limnophila son parecidas a las Cabomba, pero la distinción es fácil; los diferentes segmentos foliares de la Limnophila forman círculos regulares alrededor del tallo, forman un verticilo. En cambio, las hojas opuestas, con tallo, de la Cabomba se bifurcan repetidamente. Por lo demás, las especies Limnophila son especies de tallo igual de espléndidas que las Cabomba, pero con menos exigencias en cuanto a las condiciones de vida. Sobre todo en cuanto a la demanda de luz, aunque las Limnophila no sean precisamente modestas en este aspecto. Un emplazamiento muy claro, sin sombras, es importante para que puedan desarrollar toda su fastuosidad. Estas plantas sólo logran un fuerte impacto si forman grupos compactos.

La Limnófílapuede convertirse en un punto atractivo del acuario. Esta especie es la más frecuente en el comercio, su verticilo puede alcanzar 4 cm de diámetro. Por su aspecto bonito y compacto, por su follaje denso, es una de las plantas más espléndidas y consolidadas del acuario. Mucho más vigorosa y mayor en tamaño es la «limnófila gigante», cuyos verticilos pueden alcanzar un diámetro de hasta 12 cm, Se recomienda, pues, sólo para acuarios grandes. Es peculiar de esta especie no sólo que puede propagarse por esquejes, sino también por estolones sobre el suelo, igual que la Hygrophila difformis. Todas las especies Limnophila han de recortarse a su debido tiempo. La mezcla de sustancias nutritivas al suelo del fondo y un cambio regular del agua garantizan un crecimiento constante y exuberante de la planta.

Es óptima el agua blanda, ligeramente acida (pH 6,8) y abonado de C02, pero se tolera también el agua scmidura, supuesto el aporte de C02. Esto se aplica en especial a la Limnophila sessiliflora. El abonado subrayado con hierro en porciones mínimas pero frecuentes conduce a un crecimiento especialmente exuberante.
Se cultivan además la Limnophila indica y la Limnophila hetcrophylla, ambas son sumergidas y muy similares a la Limnophila sessiliflora

Plantas de césped

Especies Lilaeopsis
America, Australia, Nueva Zelanda


Las especies Lilaeopsis son muy apreciadas en el acuario por su forma de césped. Son plantas de tallo, pero éste es inferior y de sus nudos salen hojas delicadas y finas raíces. En los lugares de origen, las plantas tienen forma anfibia, incluso emersa. Para que la planta en el acuario dé lugar a céspedes compactos es imprescindible una iluminación intensa y directa. Es decir, las plantas deben colocarse en el emplazamiento mejor iluminado del acuario. En el comercio se encuentran también plantas que se cultivaron sobre el agua. Su adaptación al acuario exige un poco de tiempo; sobre todo, no plantarlas demasiado profundas, a ser posible lastrarlas con piedras pequeñas, hasta que hayan crecido.

Las plantas cultivadas en acuario pertenecen casi sin excepción a la especie Lilaeopsis brasiliensis, oriunda de la región entre el sur del Brasil y el norte de Argentina.

Hierba acuática de Madagascar

Lagarosiphon madagascariensis
Madagascar


Una pariente próxima de la antes popular "hierba acuática rizada» (Lagorosiphon majar), pero de porte mucho más delicado y que guarda mayor parecido con la hierba acuática auténtica (Elodea). Por su origen tropical, esta pequeña planta de tallo se adapta de modo excelente al acuario de agua cálida. Fn cualquier caso, debe adjudicársele un emplazamiento plenamente iluminado. Si le falta luz, su crecimiento es escaso. Los ejemplares vigorosos se logran cuando se deja crecer libremente un haz de plantas por debajo de la superficie del agua.

Esto no encaja con la actitud ordenada de muchos acuariófilos, pero se ajusta bastante al modo de crecer más natural de esta planta. Al igual que para la Elodea, no es necesario plantar esta hierba acuática. No obstante, el Lagorosipbon puede disponerse en pequeños grupos. Si se colocan en primer plano, estos grupos proporcionan una perspectiva espléndida, en especial en acuarios pequeños. Buen crecimiento en aguas incluso semiduras. Multiplicación por esquejes y brotes.

Onagraria

Hygrofila polysperrna
Sureste asiático


No es casual que la onagraria sea una de las plantas acuáticas de más predicamento entre los amantes del acuario, en efecto, esta planta acuática no necesita ninguna recomendación especial. La Hygrophila polysperrna puede ocupar el último plano del acuario o bien, si éste es grande, un plano medio. El colorido verde brillantes de las hojas resalta sobre todo por contraste con una plantación de criptocori-nas, de follaje oscuro. En tal caso son muy efectivos los grupos reducidos y compactos. La onagraria se considera en general como muy poco exigente, pero no hay que tomarlo al pie de la letra. Una buena iluminación, es decir sin sombra de otras plantas grandes, de hoja ancha, es un requisito imprescindible para lograr un crecimiento compacto, vigoroso y decorativo.

Es cierto que tolera la disminución ocasional de la temperatura sin sufrir daños, con todo el intervalo óptimo se sitúa entre 22 y 28 °C. No plantea exigencias especiales en cuanto al agua, pero hay que prestar atención al equilibrio del CO,. Es Importante el control del agua, insistiendo en el abonado de hierro. Las hojas elípticas y alargadas de la Hygropbila polysperma tienen una longitud en torno a 5 cm, pero existen plantas más expansivas, con hojas de colorido parduzco, que también pertenecen a la especie Hygropbila polysperma.

Por lo demás en el comercio se encuentran otras especies de Hygropbila que guardan mayor o menor parecido con la Hygropbila polysperma, pero Cuya definición botánica todavía está pendiente. No obstante, el cultivo es similar.

Higrófiía índica

Hygropbila difformis
De la India hasta Malasia


Antiguamente se conocía con el nombre de Synnema triflorum. Esta planta es una de las plantas de acuario más populares, no sin motivo. No sólo posee una belleza palmaria, sino que en las condiciones debidas de cultivo despliega un desarrollo enorme, pudiendo ubicarse en el acuario de forma muy versátil.

Los brotes individuales pueden utilizarse en acuarios pequeños, donde resalte el verde claro, vivo, de las rosetas foliares decorativas contrastando bellamente con algunas criptocorinas de hojas oscuras. Pero mayor belleza se consigue con gru pos de esta planta en acuarios grandes. Los tallos se disponen escalonadamente y relativamente juntos. La plantación en sí no tiene secreto. Los esquejes se plantan contiguos, echan raíces con facilidad. Las plantas bien desarrolladas forman incluso estolones sobre el suelo. Los trabajos de cultivo se limitan a recortar las plantas, con la salvedad de que esta planta apenas muestra tendencia a enviar brotes por encima del nivel del agua. En cuanto a exigencias de cultivo, esta higrófiía se muestra muy adaptable, pero no cabe duda que las plantas más bonitas con las rosetas foliares más fastuosas sólo se consiguen con plena iluminación y control regular del agua (cambio parcial de la misma, abonado de CO)

También es importante que la temperatura se mantenga lo más constante posible en torno a 24 °C. Un agua semidura es también idónea para un buen crecimiento. De la Hygrophila difformis existe también la variante verde y blanca, con nervaduras foliares blancas. Su cultivo es más exigente. Similar en el crecimiento sumergido, pero de hojas plumosas mucho más finas es la Hygrophila balsámica (la India, Sri Lanka), cuyas hojas sumergidas tienen segmentos plumosos de sólo 1-2 mm de anchura. Es una especie decorativa que, por desgracia, contiene sustancias tóxicas. En ningún caso debe utilizarse en acuarios poblados de peces.

Higrófila gigante

Hygrophila corymbo
Sureste asiático


Similar a la hidrófita índica (HygropbiLi polyspcrma), una de las más populares plantas de acuario, pero que por su tamaño (longitud de hojas en torno a 8 cm) sólo tiene cabida en acuarios espa ciosos. En ellos, la higrófüa puede plantarse en un grupo solitario o bien, en función del volumen del tanque, formando una plantación grande en último plano. Los esquejes echan rápidamente raíces en el fondo de gravilla. Es posible que las plantas se desprendan de repente de sus hojas inferiores. La causa puede ser una plantación demasiado densa. Puede deberse también a un trastorno meta bólico, que se remedia con aportación de agua fresca y abonado de CO. En cualquier caso, los tallos se recortan y se replantan de nuevo.

Esta planta de crecimiento rápido no plantea exigencias especiales, tolera incluso el agua dura, pero su aspecto decorativo depende de la cantidad de luz sumilustrada. En el momento de la instalación del acuario, es ventajoso situar un depósito de nutrientes en el suelo de fondo. Si el nivel del agua es bajo, las plantas tienden a superarlo con sus brotes; se recortarán siempre a tiempo.

Son también interesantes los «movimientos de sueño- de las hojas, que se repiten cada noche, visibles sobre todo en las puntas de los brotes. Intervalo de temperaturas : de 22 a 28 °C.
En el comercio se venden varios tipos de higrófüa. Las más frecuentes son las plantas de hojas lanceoladas más 0 menos anchas (máximo 12 cm de longitud por 4,5 cm; por lo genera! son menores). Existen razas realmente gigantescas y otras de hojas más delgadas. También el colorido puede variar de verde pálido a tonos más parduzcos, debido sobre todo al medio circundante.

La de hojas delgadas es la higrófüa tailandesa, perteneciente al conjunto Hygrepoila slricia. Las hojas pueden llegar a 15 cm de longitud, pero con sólo 25 mm de anchura. Hay una variedad africana en el comercio de hojas más anchas. Se comercializan también la higrófüa de hoja estrecha o de hoja de sauce Hygro-pbiLi aiigitstifoliit (H. ídiieifolui). Las hojas son lanceoladas, entre lineales y muy delgadas, de unos 12 cm de longitud y de 10 a 15 mm de anchura. Es una especie muy expansiva, idónea para tanques espaciosos. En cuanto a exigencias de cultivo, estas especies son similares a la Hygrophihi corymbosa.

Sombrerillo de agua europeo

Hydrocotyie vulgaris Europa

Este sombrerillo de agua no es una planta de tallo erecto, sino que su tallo crece reptando sobre el suelo. Esta planta se emplea exclusivamente para plantar el primer plano del acuario, en tal caso un pequeño grupo dentro de un acuario grande adquiere un valor decorativo muy notable. Esto hay que atribuirlo sobre todo a la forma inusual de las hojas. El limbo de la hoja tiene forma casi circular, sustentada sobre tallos más o menos largos. La Hydrocotyie vulgaris de nuestra región crece al aire libre, siempre como planta palustre, adaptándose sólo ocasionalmente a las inundaciones.

En el acuario intentamos sacar partido de esta adaptabilidad, con más o menos éxito. Algunos acuariófilos han conseguido desde el primer momento mantener esta planta a largo plazo en las condiciones cálidas (no naturales) de un acuario tropical, sin que sufra merma su valor decorativo. Otros amantes del acuario han tenido menos suerte con esta planta, su tallo se ha alargado, sus hojas se han empequeñecido y el sombrerillo de agua ha muerto. Para lograr el éxito «a largo plazo» es importante un suelo ácido (turba, arcilla), rico en nutrientes, mucha luz, una temperatura no excesiva (máximo 22 °C) y un pH en torno a 6,5.
La Hydrocotyie verticillata (América, África, Australia, Polinesia) es muy similar, también es planta rastrera, pero con una adaptación al calor obviamente mejor.

Sombrerillo de agua sudamericano

Hydrocotyie leucocepbala
Sudamérica tropical


Cuando se habla del sombrerillo de agua se piensa en primer lugar en el de nuestro terreno (la Hydrocotyie vulgaris), pero éste sólo se mantiene con limitaciones en los acuarios de agua caliente. Su pariente tropical, la Hydrocotyie leucocepbala, ha demostrado ser más estable y más expansivo. Hojas más o menos reniformes, borde con entradas, muesca profunda en la inserción del tallo. Esta especie no vive en el acuario reptando sobre el fondo, sino que envía sus brotes hacia arriba. Quien intente plantarla para que cubra el suelo del fondo, pronto tendrá que abandonar su empeño.

En realidad, esta planta con sus brotes de hojas verde claro, dirigidas hacia arriba en sentido oblicuo, constituye un tipo especial de planta para ocupar el primer plano. Tiene exigencias en cuanto a iluminación (gran demanda de luz), pero por lo demás es muy adaptable. La temperatura debería mantenerse lo más constante posible entre 22 y 25 °C, pero la Hydrocotyie leucocepbala tolera también temperaturas más bajas (hasta 12 °C). Si crece con gran expansión se requiere recortarla ocasionalmente. Es idónea tanto para acuarios grandes como pequeños.

Heteranthera

Heteranthera zosterifolia Sudamérica tropical

De todas las especies introducidas de Heteranthera, ésta ha podido consolidarse después de casi 100 años como la favorita entre las plantas de tallo por su facilidad de cultivo y por su alto valor decorativo. Para un despliegue ornamental, esta planta necesita una buena iluminación, es decir, una distancia lo más corta posible hasta la lámpara, de lo contrario sus hojas se vuelven raquíticas y delgadas. Por esta razón, la Heteranthera es muy indicada para acuarios pequeños y bajos planos. Si los tanques son altos, se deberán emplear lámparas de alta presión. Al igual que las demás plantas de tallo, el efecto más bonito se consigue con la Heteranthera plantada en grupos. En condiciones favorables, la Heteranthera zosterifolia despliega un crecimiento bastante rápido, sin tendencia a rebasar el nivel del agua.

Los ejemplares de crecimiento muy alto, que se quedan desnudos en la parte baja, tienen que replantarse a tiempo. Es importante el cambio parcial de agua efectuado regularmente. El despliegue más exuberante se consigue con la Heteranthera zos-terifolia en agua blanda, ligeramente acida y abonado de CO, con una temperatura de 24 °C. Los esquejes dan lugar a un rico sistema radicular; es aconsejable mezclar sustancias nutritivas al fondo de gravilla.

Hierba de la perla

Hemianthus micranthemoides Norteamérica

Con el nombre de «hierba de la perla» se comercializan plantas de tallo decorativas, de hojas entre elípticas y delgadas y más o menos redondeadas. Algunas de estas plantas son Hemianthus micranthemoides (Micranthemum micranthemoides), otras son de una especie muy afín al género Micranthemum, es decir, a la especie Micranthemum umbrosum. Esta última posee hojas entre elípticas y redondeadas de mayor anchura, opuestas, y está aclimatada sobre todo en América tropical. El Hemianthus micranthemoides tiene un aspecto más delicado, con hojas que arrancan de verticilos. Ambas especies son muy apreciadas por su aspecto ornamental. Se les adjudican normalmente un lugar en primer plano del acuario. Exigen iluminación intensa y temperaturas en torno a 22 °C. Los esquejes han de tener una longitud suficiente y plantarse o anclarse con gran precaución.

Planta estrella

Eustcralis stcllata Sureste asiático

La forma sumergida de esta planta palustre tropical da lugar con su fronda decorativa a soberbios grupos de plantas. Su cultivo no resulta fácil. Lo importante es abundancia de energía luminosa y agua ligeramente acida, lo más blanda posible. Si dispone de CO, suficiente y la temperatura se mantiene en 25 °C, la Eustcralis stcllata despliega una vitalidad vigorosa. No es infrecuente en el comercio la venta de plantas cultivadas sobre el agua, cuyos 5 verticilos foliares soportan hojas lanceoladas delgadas. A partir de ella se desarrolla la forma sumergida, de finas hojas con una anchura apenas superior a 2 mm, insertadas en 5-12 verticilos. No es raro que la planta manifieste en el acuario sus caprichos, paralizando de repente el crecimiento longitudinal de sus brotes. Multiplicación por esquejes.

Jacinto de agua de tallo delgado

Eichbornia azurea De Centroamérica hasta el norte de Argentina

En contraposición a la Eichbornia crassi-pes, es una especie de jacinto de agua que crece en la superficie con retoños inferiores, sus flores tienen un color entre azul celeste y blanco. Crece con dos hileras de hojas tipo cinta, en dirección opuesta a la superficie del agua, produciendo un efecto extraordinariamente decorativo. A largo plazo no es una planta fácil de cultivar. Las formas sumergidas de la Eicbhornia azurea necesitan sobre todo plenitud de luz y un agua blanda, ligeramente acida, con abono de CO,. Los brotes tienen que replantarse a tiempo, es decir, antes de que hayan alcanzado la superficie del agua.

Egeria densa

Egeria densa Argentina

Las especies de Egeria se consideran en general como poco exigentes y anteriormente fueron las plantas más indicadas para principiantes. Pero en acuarios de agua caliente no se conservan bien. La más indicada para ello es la Egeria densa, que por su origen argentino, mantiene su crecimiento a largo plazo a temperaturas en torno a 20 °C, en el supuesto de que se le suministre luz en abundancia y el agua no sea blanda en demasía. Si otras plantas del acuario proyectan su sombra sobre la Egeria densa o si la intensidad lumínica es insuficiente, entonces degenera rápidamente, convirtiéndose en una forma poco vistosa, mezquina, de tallo delgado. Por lo demás, no plantea exigencias.

Lo mejor es plantar esta especie en el centro o en último plano, a una profundidad de unos 40 cm e iluminación total, en acuarios templados, poblados p.ej. de percas enanas. La ubicación armónica de la Egeria densa dentro de un conjunto de plantas no resulta fácil. Dando por supuesto un buen crecimiento, todas las Egeria así como las especies afines Elodea son buenas productoras de oxígeno, capaces de adaptarse a la más dura de las aguas. Medran incluso a pH 8. Poblaciones grandes disfrutando de buena iluminación pueden hacer subir el pH, ya que asimilan bicarbonato. La Elodea canaden-sis, de las aguas europeas, sólo es apta para acuarios de agua fría.

Didiplis

Didiplis diandra Norteamérica

Aunque originaria de las latitudes templadas de Norteamérica, la Didiplis se aclimata bien a un acuario tropical. Sus hojas sumergidas tienen una longitud en torno a 15 mm y apenas 1,5 mm de anchura. Este crecimiento decorativo, compacto, junto con un colorido foliar verde vivaz han convertido a la Didiplis en una de las plantas más populares entre los amantes del acuario. Ello se debe a que, en cuanto a exigencias de cultivo, es relativamente modesta y hace gala de una gran capacidad de adaptación a las condiciones del acuario. Al igual que todas las plantas de tallo, la Didiplis debería recibir una ración suficiente de luz para que tenga un crecimiento compacto. La multiplicación se realiza mediante esquejes del tallo. La temperatura del agua debe mantenerse entre 20 y 24 ºC.

Candelabro acuático, hierba del cuerno

Especies Ceratophyllum
Propagación mundial


De las especies de candelabro acuático existentes en nuestra aguas, el candelabro común o Ceratophyllum demersum y el candelabro delicado o Ceratophyllum submersum, el más utilizado como planta de acuario es el Ceratophyllum demersum. El Ceratophyllum demersum se mantiene bien incluso en acuario tropical, desplegando una forma adaptada muy medra-dora. En condiciones apropiadas, las plantas despliegan un crecimiento tan rápido que resulta imprescindible hacer una limpieza o aclarado semanal.

Por lo regular, al candelabro acuático se le dejan sacar brotes libremente. Los penachos de hojas finísimas, bañados en luz, tienen un efecto particularmente decorativo. También resultan muy bonitos los ejemplares plantados. Pero, en este caso sólo pueden vivir en tanques sin calefacción (plantas frágiles). Cuando se instala un acuario, unos ramilletes de esta planta sin raíces propician la creación de un «clima de crecimiento» favorable, es decir, su rápido crecimiento consume las sustancias nutritivas excedentarias y evita en buena parte el desarrollo de las algas.

Ninfeáceas

Especies Cabomba
Regiones tropicales y cálidas de América

Las cabombas, que así las llaman normalmente los acuariófilos, por sus hojas decorativas, finísimamente distribuidas, de color verde luminoso, pertenecen sin ninguna duda a las plantas de tallo más bonitas, pero son también las más exigentes en cuanto a la demanda de luz. Si se quiere disfrutar de brotes de Cabomba vigorosos y bonitos, no vale ahorrar luz y es mejor colocar uno o dos fluorescentes más. Si la distancia al foco de iluminación es relativamente grande (más de 40 cm entre el suelo de fondo y la lámpara), recomendamos lámparas de alta presión con mayor intensidad de radiación.

El requisito de agua blanda para el buen crecimiento de todas las especies Cabomba sin excepción, actualmente no se considera ya imprescindible. Es verdad que la Cabomba en agua blanda puede dar lugar a ejemplares realmente soberbios, pero también un agua de dureza media es un medio idóneo, en el supuesto de que se disponga de abonado de C02

En el comercio existe una amplia gama de especies Cabomba, entre las que es muy frecuente la Cabomba caroliniana y sus variedades. Esta especie se considera relativamente poco exigente. Más cuidados requiere la Cabomba piauhyensis de Centroamérica y de la región norte de Sudamérica. Conserva una coloración foliar rojiza, ligeramente parduzca, si recibe iluminación intensa (lámparas de alta presión). Pero la más bonita y más exigente es la Cabomba aquatica. El crecimiento óptimo de esta especie exige agua blanda y abonado de C02, pH 6,5 y adición de sustancias nutritivas al suelo de fondo, así como muy buena iluminación. Ninguna otra especie supera en belleza a la C. aquatica. Debería mantenerse siempre a una temperatura entre 22 y 24 °C.

Al igual que en las demás plantas de tallo, también para la Cabomba se plantea la cuestión de si tienen que desmocharse los brotes, arrancarla del suelo o cortarla por encima del suelo de fondo, para replantarla después de acortarla. No cabe duda que acortar y replantar es la mejor operación, pero también la más laboriosa. Las plantas desmochadas suelen tener un aspecto feo, sobre todo cuando se deja sin cortar un brote nuevo o una ramificación. En el caso de la Cabomba recomendaría siempre esquejes nuevos. En otras plantas de tallo, los esquejes se recomiendan de forma natural ya que por debajo quedan sin hojas; esperar nuevos brotes en tal circunstancia sería demasiado optimista.

Especies de hisopo de agua

Bacopa caroliniana Sureste de Norteamérica

Se le da también el nombre de graciola, siendo su nombre español el de «hoja crasa». Esta planta de acuario tiene hojas recias. Suelen tener forma redondeada-ovalada y, en el acuario, alcanzar una longitud de 2 cm. La hoja crasa es, en realidad, una planta palustre. Por lo tanto, su crecimiento en el acuario no es muy rápido. La Bacopa se planta en pequeños grupos, en emplazamientos bien iluminados, p.ej. en la región central del acuario. Si el tanque es grande, esta planta resulta también muy decorativa en primer plano. Pero la Bacopa es idónea también para acuarios pequeños. Atendiendo a su origen norteamericano, el hisopo de agua no plantea exigencias específicas en cuanto a temperatura. Puede cultivarse en agua fría, pero se adapta también a las condiciones tropicales. Hay que prestar atención a que las plantas reciban luz suficiente. Una especie más delicada, de hojas más delgadas, es la Bacopa monnieri, originaria de América tropical y subtropical. Ambas especies se multiplican bien por esquejes, pero en los acuarios bajos tienden a sobresalir por encima del nivel del agua.

Planta de cognac

Ammannia senegalensis África tropical

Es una planta pequeña, algo variable, de vida anfibia, que, igual que el Didiplis y la Roíala, pertenece a las litráceas. Las hojas lanceoladas, sumergidas, de color entre verdoso y pardo rojizo, tienen una longitud de 20 a 30 mm. Esta especie, relativamente poco exigente, es la preferida para plantar grupos bajos, en primer plano, sobre todo por el colorido de sus hojas. Para que no se pierda su efecto cromático, los grupos no deberán ser pequeños. Se necesitan muchos esquejes para formar un conjunto vistoso. Por lo tanto, si fuera necesario se obtendrán en primer lugar otros esquejes por brote para disponer de material suficiente. Evitar que las plantas altas den sombra. Se requiere una gran intensidad luminosa y agua blanda, con abonado de C02- Temperatura entre 22 y 28 °C. También se encuentra en el comercio la planta grande cognac, la Ammannia gracilis, cuyas hojas pueden alcanzar una longitud de 80 mm. Su cultivo es similar al de la Ammannia senegalensis.

Hoja de papagayo

Alternanthera reineckii Las plantas cultivadas proceden de Brasil.

De las plantas acuáticas de hojas coloradas, las especies de hoja de papagayo son muy apreciadas por los amantes del acuario. Entre ellas, la Alternanthera reineckii, de formas variadas, es la más bonita y la más estable en el acuario. Por desgracia, estas especies opositifolias dentro del acuario tienden a perder algo de su belleza cromática original. Este hecho deriva básicamente de la iluminación, normalmente menor, que reina en el acuario. Cuanto mayor sea la aportación de luz que demos a estas plantas, tanto más firme y estable será la coloración de sus hojas y menor su tendencia a los tonos verdes. Se supone que el contenido de hierro en el agua interviene también en el colorido, por lo tanto recomendamos controlar regularmente este contenido en el agua. Normalmente se echa de menos en la Alternanthera que no tenga el crecimiento rápido de otras plantas de tallo. El crecimiento se paraliza cuando escasea el dióxido de carbono en el agua. Hay que prestar mucha atención a este hecho. Para el crecimiento vigoroso de la hoja de papagayo se requiere un abono de dióxido de carbono y una elevada intensidad luminosa. Este derroche viene recompensado por el colorido soberbio de estas plantas de tallo, cuyo efecto decorativo resulta insuperable para otras plantas de tallo. La Alternanthera puede plantarse de forma casi universal en los acuarios para dar contraste.

En el comercio se encuentran diversas razas de la hoja de papagayo, p.ej. la Alternanthera reineckii «lilacina» (fotografía) y «rosaefolia», con hojas de borde ligeramente ondulado.

Plantas de tallo decorativas, de crecimiento rapido

Entre las plantas de acuario hay algunas especies que se cultivan con facilidad particular, pero hay otras que son más exigentes y muy delicadas. La mayoría de plantas de tallo se caracteriza porque su cultivo apenas presenta dificultades.

Se adaptan, a menudo en pocos días, a un nuevo medio y, si las condiciones les son favorables, despliegan en poco tiempo un crecimiento alegre, incluso tan exuberante que el acuariófilo tiene que intervenir para recortar los brotes. Este crecimiento alegre es precisamente el que necesitamos en el acuario para lograr un «medio vegetal» sano. Debido a su rápido crecimiento, muchas plantas de tallo (a diferencia de otras plantas de acuario) necesitan abono foliar. Este hecho debe tenerse en cuenta y añadir abono al agua, regularmente, con precaución; lo mejor es aprovechar para ello un cambio parcial del agua.

No obstante, no podemos calificar a todas las plantas de tallo por igual como exigentes, ya que algunas de ellas, p.ej. la Cobomba aquatica, necesitan mucha luz para desplegar su color verde fresco en toda su exuberancia. En general, las plantas de tallo necesitan más luz de la que adjudicaríamos p. ej. a un grupo de criptocorinas.

Hay un hecho que conviene también destacar: en la naturaleza, muchas de estas plantas son plantas palustres. Al igual que muchas otras plantas que introducimos en el acuario, han tenido que adaptarse a la vida subacuática que Ies imponemos. Esta situación se pone de manifiesto en la tendencia de algunas plantas de tallo a crecer para salir por encima del nivel del agua. Esto se evita recortándolas a tiempo. Para ello se corta normalmente la base del tallo y se replanta. Por simple recorte de los brotes se puede lograr una ramificación, pero el éxito no es igual en todas las especies. . En la plantación por grupos se procede en general de forma escalonada, es decir, los tallos del último plano han de ser los más altos. No se debe plantar de forma muy tupida (robo de luz). Normalmente, las plantas de tallo son un tipo que gusta siempre de crecer, pero que, debido a esta alegría en el crecimiento, requieren la intervención más frecuente del acuariófilo (recortando, replantando, etc.). Otro hecho facilita el cultivo de plantas de tallo: todas pueden cultivarse sin excepción y sin problemas como esquejes.
Ultimamente en el comercio se venden también algunas plantas de tallo en la forma emergida. Necesitan por lo regular una fase de adaptación al acuario antes de desarrollar su crecimiento sumergido típico.

Prevenir es mejor

Nunca se conseguirá la erradicación completa de las algas en el acuario, habrá por ejemplo algas verdes inofensivas pegadas a los cristales del tanque. Se puede recurrir a productos químicos para acabar con ellas, pero las plantas acuáticas tampoco pueden crecer mientras dura el tratamiento. Es mucho mejor prevenir, incluso mientras se está montando el acuario, y tener en cuenta las necesidades de las plantas acuáticas. Ver páginas 32, 33 y 34. Recurriendo a peces «limpiadores de algas» y caracoles apropiados se puede evitar en gran medida la expansión de las algas o bien mantenerla dentro de límites discretos.
  • Barbo de antenas Ancistms dolichopte-rus (2-4 ejemplares por cada 100 litros de agua de acuario)
  • Ciprinodóntidos (con dientes en las mandíbulas) vivíparos, como el black-molly, los platys o el cola de espada.
  • El pez estandarte americano Jordanella floridae.
  • Los siluros de la familia Otocinclus.
  • Para acuarios grandes sin plantas acuáticas se recomienda los Plecostomus.
Los peces recomendados para ¡a profilaxis de las algas son:
  • Barbo de aletas rayadas de Siam (con la boca mirando hacia abajo, como una trompa), Crossocheilus (antes Epalzeorhynchus) siamensis (por lo menos 5 ejemplares)
Caracoles recomendables:
  • Los caracoles de las manzanas de la familia Ampularia. (Hay que preguntar si la especie es justamente apropiada porque entre ellos hay caracoles que devoran también las plantas.)

Algas verdes en suspensión

En un primer momento no parecen algas. Pero, cuando dan al agua una turbidez verde, más de un acuariófilo se pregunta ¿cómo quitarlas de en medio? Observándolas bajo el microscopio se aprecia su forma esférica y su colorido verde llamativo que las identifica como algas verdes de suspensión (algas esféricas) del género Volvox. Son individuos multicelulares, similares a algas, con un tamaño de 0,5 y 2 mm, que avanzan en el agua moviendo sus flagelos.


Causa:

Estas algas se introducen casi exclusivamente con alimentos procedentes de charcos.

Control de las algas verdes en suspensión:
  • Con frecuencia se recomienda combatir la turbidez con pulgas de agua. Pero, tal medida no es adecuada porque la cantidad de pulgas acuáticas que mueren en el acuario de agua caliente lo contamina todavía más, potenciando incluso la multiplicación de las algas.
  • Un remedio excelente contra estas algas es un foco de luz UV.
  • Si la plaga es menos importante, cabe recurrir a la Utricularia tropical, también llamada «manguera de agua».

Algas peleteras

Recubren las hojas de las plantas en forma muy compacta, como un césped verde claro, con aspecto de piel, provocando la muerte de la hoja afectada.

Causas:
  • Arrastradas con plantas acuáticas recién compradas.
  • Valores de nitrato elevados en el agua del acuario.
  • Trastornos en la degradación nitrogenada.

Control de las algas peleteras:
  • Eliminar las hojas afectadas antes de introducir la planta en el acuario.
  • Cambio parcial de agua ('A-'A) más frecuente.
  • Emplear futro de turba.
  • Recurrir a peces que devoran algas, como el barbo de aletas rayadas de Siam, peces vivíparos y el Ancistrus.

Algas barbudas

Tienen un aspecto muy similar al de las algas filamentosas verdes y a menudo se confunden con ellas. Las poblaciones antiguas pueden alcanzar hasta 10 cm de longitud, mostrando una coloración entre verde grisácea y verde oscura. Es difícil quitarlas de una hoja sin dañar ésta.





Causas:

  • O Estas algas por lo general se introducen con la compra de nuevas plantas.
  • O Escasez de C02.
  • O Cantidades elevadas de nitrato en el agua del acuario.

Control de las algas barbudas:
  • O Arrancar de inmediato las hojas afectadas en las plantas recién compradas.
  • O Añadir C02 complementario.
  • O Acortar los intervalos del cambio de agua.
  • O Filtrar a través de filtro de turba activa.

Algas filamentosas verdes

Aparecen por lo general sólo si las condiciones de agua y luz son correctas. Pero molestan no sólo por el aspecto visual que adquiere el acuario sino también porque consumen mucha sustancia nutritiva. A menudo adoptan la forma de algodón sobre el suelo de fondo de acuarios nuevos. En esta forma, el alga desaparece después por sí sola, una vez el acuario ha terminado su «rodaje» (unas 3-4 semanas).

Causas:
  • Introducida junto con las plantas acuáticas compradas.
Control de algas filamentosas verdes:
  • Quitar a intervalos, manualmente, los filamentos largos del sustrato de que se alimentan.
  • En acuarios recién instalados, añadir enseguida peces que devoren algas.

Algas pincel

Existen algas de este tipo en prácticamente todas las tonalidades de color, desde el verde pasando por el gris oscuro y terminando en el negro. Se afincan con preferencia sobre las raíces y las hojas de plantas acuáticas de follaje duro. No se pueden separar manualmente de su asidero sin dañar las hojas. Cuando aumentan demasiado, las hojas afectadas mueren rápidamente.

Causas:


  • Cantidad excesiva de nitrato en el aguadel acuario.
  • Cambio de agua insuficiente.
  • pH inestable, p.ej. entre 7,5 y 8,5.
  • Dureza carbonato excesiva, superior a 15°DH.
  • Insuficiencia de CO.
Control de las algas pincel
  • Acortar los intervalos entre cambios de agua.
  • Adición de COz a través de difusor.
  • En caso necesario (si la dureza carbonato es superior a 15°DH), proceder a la desmineralización parcial del agua.
  • Filtrar a través de turba activa.
  • Recurrir a los barbos de aletas rayadas de Siam (de boca dirigida hacia abajo como una trompa).

Algas untosas pardas

La mayoría de acuariófilos conocen bien estas algas, también llamadas diatomeas. Aparecen en las lunas y en el suelo de fondo de cualquier acuario recién instalado.

Las causas son:
  • Agua inestable (en instalación reciente).
  • Insuficiente degradación de nitrógeno.
  • Escasez de oxígeno.
  • Acumulación de nitrógeno (más de 40 mg de nitrato por litro).
  • Poca luz.
  • Período de iluminación inferior a 12 horas.
  • pH superior a 7,5.

Control de las diatomeas
  • Investigar las causas y eliminarlas.
  • Bajar el pH alto mediante filtración a través de turba activa o adición de C02 (no superar 30 mg/1).
  • Aumentar la intensidad de la luz y el período de iluminación.
  • Recurrir a peces o a caracoles que devoran algas.

Algas azules

Cubren el suelo de fondo, la decoración y también las mismas plantas acuáticas como una alfombra de color entre verde oscuro y verde azulado. En poco tiempo, las algas asfixian literalmente a las plantas.

La plaga de algas azules puede tener muchas causas


  • Suelo de fondo en malas condiciones, en putrefacción.
  • Tamaño de los granos de arena o grava inadecuado o capas demasiado altas (más de 8 cm) que imposibiliten una irrigación suficiente del suelo de fondo.
  • Los aditivos inadecuados al suelo de fondo, como son el barro, estiércol, turba mala y aditivos nitrogenados, aceleran la putrefacción.
  • Gusanos Tubifex en descomposición.

Cantidades elevadas de nitrógeno (nitrato)
  • Cambio de agua insuficiente.
  • Abonado incorrecto de las plantas.
  • Alimentación inapropiada de los peces de adorno.
  • Cantidad elevada de nitrato en el agua del grifo.
  • Mantener el material filtrante durante mucho tiempo sin cambiar.
  • Ausencia total o presencia escasa de plantas acuáticas.
  • Material decorativo mal limpiado, p.cj. raíces y piedras.

Iluminación inadecuada
  • Poca luz. Para un acuario con plantas acuáticas se necesitan 0,4-0,7 vatios por cada litro de agua; o bien un tubo fluorescente por cada 10 cm de columna de agua.
  • Fluorescentes gastados. Después de medio año de servicio, algunos fluorescentes han perdido la mitad de su intensidad lumínica inicial.
  • Combinación errónea de lámparas (ver capítulo Luz).
  • Período de iluminación demasiado breve. Lo correcto es de 12 a 13 horas diarias.
  • Incidencia de luz solar directa.
  • Superficie demasiado tupida de plantas flotantes.

Falta de oxígeno
  • Demasiados peces.
Control de las algas azules
  • Investigar la causa.
  • Eliminar la causa sin demora.
  • Procurar condiciones del agua óptimas. Utilizar para ello los distintos tests del agua, en especial el test del 02.
  • En caso necesario, aplicar productos alguicidas, siguiendo exactamente las instrucciones de uso.
  • Extraer enseguida por succión las algas muertas.
  • Completar la población de plantas acuáticas.

Mucho acerca de las algas

Las algas afean y, por lo general, indican que algo anda mal en el acuario. - El problema de las algas es tan antiguo como los mismos acuarios.
Algunas especies de algas son muy expansivas, correosas y difíciles de reducir.
Las esporas de las algas se encuentran en todos los acuarios y se importan regularmente, cada vez que se compran plantas acuáticas nuevas. Cuando empeoran las condiciones del medio, se multiplican súbitamente y pueden reducir a fragmentos insulsos toda la belleza vegetal anterior.
Las causas del crecimiento masivo o del predominio repentino de las algas pueden ser muy variadas. Para poder emprender algo contra esta plaga tenemos que conocer la especie de alga y también la causa de su crecimiento.

Un parásito de las criptocorinas

Existe también un parásito animal que puede dañar notablemente a nuestras criptocorinas. Es un insecto: el Orga-nothrips baudenii. La hembra penetra en la vaina de las hojas y mediante el aguijón de desove depositan sus huevos cerca del punto de vegetación. En él se desarrollan las larvas, que parasitan a las hojas jóvenes. Estas hojas crecen, aparentemente sin daños, pero mucho más encorvadas y muy retrasadas en cuanto al crecimiento. Este parásito puede acabar con la totalidad de las criptocorinas del acuario.

Puede llevarse a cabo una acción de control del parásito, aunque no siempre se logra éxito en el empeño, con Vlasoten (producto tóxico; con receta) en una dosis de 30 mg por 100 litros.

Así se evita y se detiene ia podredumbre de ias criptocorinas:

  • Evitando las causas antes citadas.
  • Hay que quitar las hojas y las raíces en estado de descomposición que tengan las plantas recién compradas.
  • Realizando regularmente un cambio parcial del agua.
  • Con la adición de Stellacoryn'9, un preparado desarrollado en especial para el cuidado de las criptocorinas y el cambio de agua. Así se controla la plaga y se evita su propagación.

Las causas más frecuentes de la podredumbre de fas criptocorinas son;

El trauma de la replantación (sobre todo si son plantas de importación).
  • Cambio simultáneo de todos los fluorescentes del acuario.
  • Alto contenido de nitrato (más de 100 mg/1), unido a un cambio de la totalidad del agua.
  • La adición de sal común o de preparados que ia contengan.
  • Cambio repentino de la química del agua (pH o KH).
  • En caso de putrefacción del suelo de fondo y plaga de algas azules, aparece también rápidamente la podredumbre.
  • Las plantas soportan mal el trauma químico provocado por la adición de preparados incorrectos.

La enfermedad de las criptocorinas

La podredumbre de las criptocorinas es conocida y temida por quienes se ocupan de cuidarlas. Por así decir, no se sabe a ciencia cierta el mecanismo que desencadena este fenómeno. Son varias ¡as causas que participan en ello. Las causas conocidas, como puede ser cualquier tipo de trauma, provocan de inmediato ia putrefacción. En pocos días, la planta se pudre hasta el rizoma y tarda tiempo en recuperarse. Las plantas de importación son muy propensas a ello. Las criptocorinas criadas en el mismo país sufren dicha enfermedad en menor escala. Parece además que las especies de hoja estrecha y color verde claro son menos sensibles, es decir, más resistentes.

Dificultadres iniciales y otros sucesos molestos

Las dificultades con el crecimiento de las plantas pueden presentarle en especial durante las primeras semanas después de la instalación del acuario, ya sea porque el crecimiento sencillamente no arranca, ya sea porque las algas toman la delantera. Quizá a las plantas les falta alimento, o bien que haya un nutriente en exceso, p.ej. el nitrato existente en el agua del grifo. En pocas palabras: todavía no se ha logrado un equilibrio armónico.

El principiante no lo podrá resolver todo a bote pronto. Si no crece ninguna de las plantas es porque el estado fisiológico global del acuario no está bien. Es necesario revisar los hechos mencionados en el capítulo anterior, p.ej. controlar el pH, la dureza del agua, el dióxido de carbono, el nitrito, el nitrato y el oxígeno. Pero, si es ésta o aquélla la planta que no crece, entonces puede haber una causa localizada, bastando a veces con cambiar la ubicación de la planta dentro del acuario para que ésta crezca. Hay que insistir una vez más en lo dicho antes: ¡hay que tener un poco de paciencia!

Con las plantas de tallo de crecimiento rápido se ve enseguida si están ubicadas en el emplazamiento correcto. En cierto modo, ellas son el indicativo de que en el acuario reinan condiciones propicias para el crecimiento vegetal. No obstante, algunas especies, por ejemplo algunas cripto-corinas, pueden tardar incluso meses en sobreponerse al «trauma de la replantación» y entonces, de repente, empiezan a crecer.

La onagraria p.ej. se puede tirar sencillamente sobre la superficie del agua; esta planta de crecimiento rápido consume rápidamente las sustancias nutritivas excedentes y no dejan nada para las algas, de tal manera que no hay crecimiento apre-ciablc de estas últimas.

Por lo demás, hay que aceptar como tolerable una débil presencia de algas verdes en los cristales del acuario. Es un signo evidente de agua sana, aparte de ser deseable en muchos aspectos (disgregación de nutrientes) se elimina de la luna frontal del acuario sólo una vez por semana. ¿Qué hacer si el crecimiento se interrumpe de repente, después de algún tiempo de funcionar bien? Hay que revisar en primer lugar el pH y el contenido de C02. Si el pH se mantiene constante por encima de 7,5 hay que intentar con un cambio parcial del agua y con la filtración a través de turba (si el agua es dura) reducir dicho valor, para lo cual es positiva la adición de Toru-Min al agua fresca. Si las hojas presentan al tacto un sedimento áspero, es señal inequívoca de una escasez alarmante de dióxido de carbono. El único remedio es la aportación frecuente de agua fresca o la adición de C02 adicional para que esta «situación de emergencia» en que vive la planta no se vuelva a repetir.

¿ Plantos terrestres para adornar el acuario?

En los capítulos de introducción del libro se han formulado consejos y propuestas, encaminados a facilitar una puesta en marcha sin problemas del acuario con plantas acuáticas. Un requisito primordial para el éxito es la sabia elección de las plantas. Este libro os una buena ayuda para ello.

Por desgracia, en los últimos años algunos acuariófilos utilizan en el acuario plantas totalmente disparatadas; es cierto que dichas plantas tienen nombre exótico y visualmente son muy bonitas, sólo que son terrestres y, obligadas a vivir sumergidas, no tardan en morir. Cabría consolarse pensando que las flores de un bonito ramillete no tardan en ponerse mustias; pero en un acuario las consecuencias son mucho mayores. Justamente los procesos bioquímicos tienen mucho peso en la evolución de un acuario.

¿Qué es lo que pasa?
  • Puestas bajo el agua, las plantas terrestres no cumplen la misión básica de las plantas acuáticas. No asimilan, y por lo tanto no suministran, nada de oxígeno
  • Cuando mueren se produce una escasez de oxígeno debida a la descomposición. Por su estructura, las plantas terrestres tienen mayor «masa» que las acuáticas de tamaño similar, con lo cual se generan más detritos.
  • La degradación del nitrógeno se trastorna en gran manera.
  • Muchas plantas pueden eventualmente desprender tóxicos. 1.a baja incomprensible de algunos peces se debe a ello.
  • La turbidez del agua junto con un olor pestilente y la aparición de algas azules son también consecuencias frecuentes de la descomposición de plantas terrestres. Los nombres como: palma subacuática (1), cactus subacuático (2), palma flamígera (3), hoja de mármol (4), cintas indonesias (5) y planta de Navidad (6) delantan que son plantas terrestres. La oferta de plantas acuáticas auténticas existente en los comercios zoológicos especializados deja entrever que hay desinterés por el tema.
Las plantas acuáticas están sujetas a un ciclo vital propio, es decir, presentan oscilaciones en su crecimiento y mueren después de rebasar una cierta edad. Cualquier injerencia en el crecimiento normal de las plantas tiene sus repercusiones, por ej. abonando el crecimiento natural. También puede ser negativa la proliferación con hacinamiento. Si una planta permanece mucho tiempo (p.cj. de 2 a 3 años) ocupando siempre el mismo lugar, puede observarse que va a menos. A menudo se habla de la incompatibilidad en general de diversas especies entre sí. No obstante, los trastornos de crecimiento de una especie deben atribuirse a sus diferentes exigencias nutritivas, es decir, las distintas especies compiten entre sí por el alimento y por la luz. Si se observa tal hecho, el remedio consiste en reubicar las plantas y mantener unos 30 cm de separación entre ellas. Además, el amante de las plantas acuáticas procurará que las plantas no obstaculicen el crecimiento recíproco. Una vez alcanzan la superficie del agua, las plantas de tallo se acortarán a tiempo o se plantarán de nuevo. Los céspedes demasiado compactos se aclaran dejando libre un espacio del ancho de un dedo entre las plantas individuales. Quien se ocupe de plantas acuáticas adquirirá nuevas experiencias y conocimientos quedarán interés y animación continuos a este hobby.

Los tanques pequeños pueden plantarse también con profusión

En los buenos comercios zoológicos especializados se vende un amplio surtido de plantas de acuario adecuadas.
En el momento de comprar plantas acuáticas deberían atenderse
las normas siguientes:



  • Antes de comprar nada, planificar la plantación del acuario.
  • Limpiar las plantas acuáticas antes de introducirlas en el acuario de las algas eventualmente adheridas y de freza de caracoles. Tienen que eliminarse también las hojas dañadas.
  • Una primera plantación compacta (en haces) con plantas de crecimiento rápido evita la molesta aparición de las algas.
  • Las plantas acuáticas, atendiendo a sus necesidades luminosas, se colocarán en grupos y desde atrás hacia delante.
  • Se eligen especies peculiares que sean adecuadas para el plano de fondo y para los laterales. Lo mismo se aplica a las plantas de primer plano y a las solitarias. O Aprovechar las distintas formas y colores de las hojas para lograr una decoración atractiva.
    Los ejemplos que siguen proporcionan algunas sugerencias de cómo se puede configurar un acuario de modo diversificado y visualmente llamativo.
    Crear contraste, este es el lema a seguir. Verde pálido junto a verde oscuro, plantas de hojas redondeadas junto a otras de follaje pinnaticompuesto ( como la hoja de palmera, de folíolos puntiagudos, en forma de doble peine); esto da al acuario un toque de gracia y elegancia.
    En tales acuarios, los peces se sienten cómodos desde el primer momento y muestran sus colores naturales.

Qué plantas para qué fin

La respuesta depende lógicamente del tamaño del acuario. Las especies más pequeñas tienen que plantarse en principio en grupo. Por otro lado p.ej. una especie ensiforme (en forma de espada) del Amazonas puede constituir en un acuario pequeño en cierto modo el centro de atracción, si está presente como planta única y solitaria, mientras que la misma planta dentro de tanques grandes puede dar lugar a bellísimos grupos.