Dificultadres iniciales y otros sucesos molestos

Las dificultades con el crecimiento de las plantas pueden presentarle en especial durante las primeras semanas después de la instalación del acuario, ya sea porque el crecimiento sencillamente no arranca, ya sea porque las algas toman la delantera. Quizá a las plantas les falta alimento, o bien que haya un nutriente en exceso, p.ej. el nitrato existente en el agua del grifo. En pocas palabras: todavía no se ha logrado un equilibrio armónico.

El principiante no lo podrá resolver todo a bote pronto. Si no crece ninguna de las plantas es porque el estado fisiológico global del acuario no está bien. Es necesario revisar los hechos mencionados en el capítulo anterior, p.ej. controlar el pH, la dureza del agua, el dióxido de carbono, el nitrito, el nitrato y el oxígeno. Pero, si es ésta o aquélla la planta que no crece, entonces puede haber una causa localizada, bastando a veces con cambiar la ubicación de la planta dentro del acuario para que ésta crezca. Hay que insistir una vez más en lo dicho antes: ¡hay que tener un poco de paciencia!

Con las plantas de tallo de crecimiento rápido se ve enseguida si están ubicadas en el emplazamiento correcto. En cierto modo, ellas son el indicativo de que en el acuario reinan condiciones propicias para el crecimiento vegetal. No obstante, algunas especies, por ejemplo algunas cripto-corinas, pueden tardar incluso meses en sobreponerse al «trauma de la replantación» y entonces, de repente, empiezan a crecer.

La onagraria p.ej. se puede tirar sencillamente sobre la superficie del agua; esta planta de crecimiento rápido consume rápidamente las sustancias nutritivas excedentes y no dejan nada para las algas, de tal manera que no hay crecimiento apre-ciablc de estas últimas.

Por lo demás, hay que aceptar como tolerable una débil presencia de algas verdes en los cristales del acuario. Es un signo evidente de agua sana, aparte de ser deseable en muchos aspectos (disgregación de nutrientes) se elimina de la luna frontal del acuario sólo una vez por semana. ¿Qué hacer si el crecimiento se interrumpe de repente, después de algún tiempo de funcionar bien? Hay que revisar en primer lugar el pH y el contenido de C02. Si el pH se mantiene constante por encima de 7,5 hay que intentar con un cambio parcial del agua y con la filtración a través de turba (si el agua es dura) reducir dicho valor, para lo cual es positiva la adición de Toru-Min al agua fresca. Si las hojas presentan al tacto un sedimento áspero, es señal inequívoca de una escasez alarmante de dióxido de carbono. El único remedio es la aportación frecuente de agua fresca o la adición de C02 adicional para que esta «situación de emergencia» en que vive la planta no se vuelva a repetir.

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