Espiga acuática fenestrada

Aponogeton madagascarensis
Madagascar


La espiga acuática fenestrada (antes Aponogeton fenestralis), también llamada enrejada o de encaje, es, por su estructura foliar peculiar y única, la especie de Aponogeton más famosa y más apreciada, pero al mismo tiempo de cultivo muy problemático. Existen diversas razas geográficas, las de hojas romas, bastante anchas, y las de hojas algo más estrechas, incluso algo puntiagudas. Se han hecho muchas conjeturas acerca del sentido biológico de una estructura de hoja tan peculiar, de la que en el transcurso de la evolución prácticamente sólo ha quedado la nervadura. Se supone mayormente que con el limbo perforado se ha pretendido reducir la resistencia de las hojas al paso del agua. No obstante, hay un hecho que contradice tal hipótesis: el Aponogeton madagascarensis se encuentra también en aguas estancadas.

En mi caso, las plantas del tipo de hoja estrecha se conservaron siempre mejor en tanque plano, ligeramente sombreado (luz diurna), en invierno con iluminación complementaria (fluorescentes). Pero más importante que la iluminación es el aporte frecuente de agua fresca, el abonado de C02, la adición de extractos de turba (p.ej. Tetra Toru Min). Sin agua fresca abundante, esta planta obviamente no funciona (cambio total del agua una vez por semana). El agua debe ser blanda, con un pH en torno a 6. Es importante que el agua circule bien por la totalidad del acuario. La temperatura del agua a 22 °C. Cuando hay parálisis de crecimiento, se baja la temperatura a 18 °C, por la noche a 15 °C, durante un período de dos meses, después se reemprende el crecimiento.

Suelo de fondo: grava gruesa con 1/3 de tierra arcillosa. De esta forma se consigue mantener la planta sana durante mucho tiempo y hacer que florezca con regularidad. Lógicamente, estas condiciones no pueden realizarse en un acuario «normal» de una habitación, así que esta especie está reservada para los acuariófilos muy interesados, a menos que alguien se empeñe en tenerla de «huésped fugaz» en su acuario tropical. Vamos a repetirlo una vez más: hay que actuar con precaución antes de aventurarse a la compra de especies tan delicadas de cultivar, y más teniendo en cuenta que con las importaciones masivas se pone en peligro la existencia de las especies salvajes en origen.

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