Helécho de Sumatra

Ceratopteris tbalictroides
Regiones tropicales del Viejo Mundo, en algunos casos ha sido arrastrada hasta su actual emplazamiento


Todos los acuariófilos entendidos conocen el helécho de Sumatra, de hojas plumosas, finas, espléndidas. Es un helécho acuático decorativo, implantado en los acuarios desde muchas décadas atrás, que, aparte de iluminación abundante, gusta de agua ligeramente acida, no muy dura. El aporte de CO, y el abonado del agua se traducen en un crecimiento muy vigoroso. En cuanto al suelo, el Ceratopteris no plantea exigencias especiales; no se debe plantar, sino solamente fijar con pequeñas piedras. A menudo desconociendo su envergadura (hojas de hasta 1 m de longitud), el «helécho de Sumatra» se aloja al azar, en un sitio más o menos adecuado, donde o bien muere, o bien, si dispone de luz abundante, se desarrolla convirtiéndose en planta predominante que cubre por completo el acuario (pequeño o mediano), es decir, en una planta solitaria en el más exacto sentido de la palabra. Las plantas abandonadas a su suerte en la superficie desarrollan formas flotantes. El Ceratopteris es muy variable, tiene variedades plumosas menos finas que por ello se denominan heléchos de hoja de roble. El «helécho flotante» (ver página 152) tiene que clasificarse como Ceratopteris pteridoides, pero existen todavía puntos oscuros en la clasificación sistemática de los heléchos acuáticos. El helécho de Sumatra puede considerarse el de mayor belleza y el más idóneo para el acuario. Su cultivo es fácil y es muy popular entre quienes montan acuarios del «Asia oriental». Como consecuencia de las numerosas plantas adventicias formadas en los bordes de las hojas, se dispone siempre de plantas jóvenes en abundancia. Cultivo preferente en aguas planas con gran intensidad luminosa.

0 comentarios:

Publicar un comentario